Un día le pregunte que si tenía novia y me dijo que no, se me dibujo una sonrisa enorme en la cara, pasados unos minutos el me pregunto que si tenía novio y claro mi respuesta fue no. El no se podía imaginar lo feliz que estaba, nadie se lo podía imaginar.
Pero había un gran problema, también estaba enamorada de otro, se llamaba Daniel, tenía 17 años, el pelo cortito de color rubio-castaño, ojos marrones claros y era bastante alto, nos conocíamos desde que eramos pequeños.
Me habían llegado noticias de que hacía varios meses lo había dejado con su novia, me alegraba ya que me gustaba desde primaria, la idea de hablar con el me aterraba, ya que le podía molestar.
Un día recibí un mensaje de Daniel, no me lo podía creer, ¿como podía ser verdad?, así que no espere más y lo abrí.
 En el ponía:
"Hola Andrea, ya se que es muy raro que te hable, pero quería decirte un par de cosas. Ya que me llevas gustando desde hace bastante, y me gustaría quedar un día contigo, ya lo demás me gustaría decírtelo en persona. Espero tu respuesta, un beso <3"
Me quede sin saber que hacer, no sabía si contestarle o no.